Reflexiones




   


LA VIDA EN LA ESCUELA SECUNDARIA 

La escuela secundaria es un tramo más de la educación básica en México. Por ende se sabe que el profesor cobra una vital relevancia en la formación de los adolescentes. De ahí que resulte necesario conocer y comprender el contexto en el que llevamos a cabo nuestra labor. 

Por lo tanto existen muchos puntos a reflexionar en nuestra labor cotidiana pero en el presente trabajo abordaré los más notorios y en los que más caemos los docentes: 

REFLEXIÓN SOBRE LOS USOS DEL TIEMPO. 

El tiempo se ocupa en actividades relacionadas directamente con la enseñanza El mapa curricular prevé que cada clase tenga 60 minutos, pero en lo hechos de los docentes que laboramos por hora en secundarias de la modalidad Generales y técnicas cada modulo es de 50 minutos. Pero si a eso le sumamos el tiempo que nos llevamos los docentes en trasladarnos de un salón a otro podríamos decir que ya se pierden otros 5 minutos por los que quedan módulos de 45 minutos. En este lapso los docentes debemos establecer un ambiente propicio para la clase y desarrollar actividades de enseñanza. 

Sin embargo, el tiempo de clase también se aprovecha para realizar actividades relacionadas indirectamente con la enseñanza como las siguientes: pasar la lista de asistencia, revisar tareas, aplicar examen al finalizar cada bimestre, elaborar cuadros de calificaciones, aplicarle la evaluación de los alumnos de comprensión lectora, atender ciertos problemas de los alumnos y sobre todo cuando se es tutor de un grupo y, por lo tanto, atender a los padres de familia cuando ellos requieran alguna información acerca de sus hijos sin ningún horario establecido. 

Como mencioné al inicio de esta reflexión dentro de los 50 minutos destinados formalmente a la enseñanza no son aprovechados al máximo. Una de las respuestas que me he dado dentro de mi labor docentes es que predomina una gestión escolar cuya orientación es de tipo administrativa y que a partir de ella se genera una necesidad de pasar lista, el registro periódico de las calificaciones, entre otras cosas que ya mencione en el párrafo anterior; Tomándole muy poca importancia a una evaluación formativa que no se resuelva en la acreditación de los alumnos solamente. 

LA SATURACIÒN DE LOS GRUPOS. 

La saturación de los grupos es otro factor de reflexión debido que este es un problema que a diario nos enfrentamos los maestros. En la escuela que laboro los grupos tiene 45 alumnos en el turno matutino y en el vespertino están de 46 a 50 alumnos cada grupo. En mi caso atiendo 9 grupos. Esto implica que debo manejar, 9 listas y, si aplico examen, tengo que revisar 405 pruebas promedio. 

Esta escuela también al tener ese número de alumnos se enfrenta ante un problema, las aulas son muy pequeñas y la disposición de mobiliario es muy poca ya que existen alumnos que no encuentran donde sentarse, y así mismo con pocas posibilidades de movimiento. Y llega el momento que los alumnos tienen que competir en llegar primero para conseguir una silla de paleta en buen estado o bien alcanzar alguna. El número de alumnos complica nuestra labor de enseñanza- aprendizaje ya que si los grupos tuvieran una cantidad menor de alumnos como los países con un mejor nivel educativo (20 a 25 alumnos) nuestra labor mejoraría pudiendo brindarles una mejor atención. 

CONDICIONES MATERIALES. 

En la reflexión anterior hice mención al tamaño de las aulas pero también es de vital importancia el aspecto en que se encuentra la escuela donde laboro. Se podría pensar que la escuela al estar en una zona urbana debería tener una buena instalación hablando de toda su estructura en cuanto lo material. Solo con esto a pesar de que en los últimos años se le ha dado gran relevancia a la lectura la escuela con el número de alumnos que tiene carece de una biblioteca escolar siendo esta una herramienta de mucho apoyo para los alumnos. 

Pero también existen otro tipo de materiales con que debe contar un maestro para enseñar. Este rubro quiero referirme a los recursos tradicionales: los pizarrones que están en muy malas condiciones; y recursos modernos como son: carece de cañón, computadoras en buen estado, videograbadoras, Internet, televisión, entre otros. 

Esta reflexión no debe sonar como una solicitud de peticiones pero si nos debe llevar a pensar que una escuela con instalaciones en buen estado y con el equipo adecuado que vaya de la mano con las exigencias que demanda nuestra labor en el presente siglo hacen que se generen ambientes más favorables para desempeñar el trabajo docente. Sin embargo, para que los recursos sean aprovechados por maestros y alumnos no basta con que existan en la escuela, se necesita además una organización que permita y promueva dicho uso. Con esto quiero decir que existimos maestros que lo poco que existe en la escuela preferimos no utilizarlo debido al temor a que se descomponga los recursos disponibles para así evitarnos problemas. 

CONCLUSIÓN. 

Las condiciones laborales de nosotros como maestros, no son del todo favorable para hablar de una educación de calidad. No basta con hablar de una reforma de planes y programas de estudio o bien un examen para el docente que estoy consciente que si son un aspecto esencial, pero también influye mucho el contexto donde se desarrolla ya que en la práctica son factores igualmente determinante. 

De esta forma, las políticas para mejorar la educación deberían orientarse a modificar paulatinamente los campos normativos, material y laboral para apuntalar a una reforma que hable y nos lleve a una educación de calidad. 








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